jueves, 22 de diciembre de 2011

XXXVI Concurso de dibujo


El día seis de octubre participamos como ya viene siendo costumbre, en el concurso que organiza El Corte Inglés en el parque del Parterre de Valencia. El día nos acompañó y teníamos buena luz, también  tuvimos suerte al ponernos en una zona donde la figura del conquistador se veía bajo un escorzo bastante interesante. Los alumnos de primero de ESO trabajaron duro para que las piernas del caballo y la posición de la escultura, sobre todo de los brazos, fuera lo más conseguida posible. Para acabar le dieron su toque personal, bien en gama de grises o con colores utilizando diferentes técnicas. El resultado fue interesante y pasamos una mañana entre música, aire libre y creación. Esperamos volver el año que viene para  cantar el Himno de Valencia que tanto nos emociona. 

Puedes encontrar las fotos en nuestra página de facebook.


El Dancemob del Prat ya está aquí


Este año, estamos preparando el festival de fin de curso desde septiembre, gracias a la asignatura “Englishman Festival” que tienen los alumnos de Primaria. Y este año es en inglés!

Contaremos con muchas sorpresas que poco a poco iremos desvelando, la primera de ellas es la grabación de un Dancemob con los 140 alumnos de Primaria.

Consiste en bailar la canción “Move your body” de Beyoncé, de forma enérgica y deportiva. El baile pertenece a una campaña americana, propuesta por Michelle Obama y que fomenta el deporte en la infancia como ayuda contra la obesidad infantil.
El Dancemob está siendo grabado en video para editarlo posteriormente y verlo proyectado el día del Festival.
Estad atentos porque poco a poco os iremos informando de más novedades.
Como adelanto y para abrir boca, os mostramos en este número de la revista EÑE, algunas fotos del primer día de grabación.

PROYECTO OCÉANO


Por segundo año, los alumnos de secundaria están participando en un nuevo proyecto interdisciplinar. Este año vamos a trabajar con el Proyecto Océano.
Este nuevo tema nos propone un mar de ideas y propuestas que realizaremos en las aulas de infantil 1er.Ciclo y de secundaria. Estos trabajos están planteados en la programación de Educación Plástica y Visual y nos aportarán una visión plástica de ciertos aspectos muy importantes hoy en día como el vertido de residuos al mar, el respeto por las especies protegidas, el cambio  climático o la gran variedad de colores que podemos encontrar en las tonalidades del mar.

El primer trabajo que se ha realizado esta evaluación ha sido un mosaico.
El mosaico  está formado por pequeñas representaciones de 5x5cm contemplando toda la gama de colores que pueden estar en el mar y elaborando una “minicreación”, donde cada alumno ha experimentado con diferentes técnicas y materiales. Está compuesto por algo más de 850 cuadrados donde la imaginación ha nadado junto a las técnicas dándonos unos resultados verdaderamente interesantes. Ceras, acuarelas, restos de plásticos y papel, materiales reciclados, acrílicos, arena, papel de plata de los bocadillos, recortes de folletos publicitarios, etc….combinados de tal forma, que nos trasladan al inmenso océano con toda la gama tonal que podamos imaginar, desde el azul cielo y la espuma blanca de las olas, hasta los verdes turquesa y los azules marinos del fondo del mar.


El mosaico estará expuesto el día de la representación del festival de Navidad de los niños de Educación Infantil 1er.Ciclo, donde acompañará al decorado del mar realizado por los educadores de este ciclo.
Después estará expuesto en administración.


En las próximas evaluaciones seguiremos trabajando con actividades como el diseño de la fauna y la flora del mar utilizando materiales reciclados. También se elaborará la maquetación de un cuento de grandes dimensiones utilizando las diferentes técnicas trabajadas durante el curso.

Palabras


Reza un dicho que las palabras “se las lleva el viento”. En cierto modo, así es. Palabras pronunciadas que consisten en la asociación de múltiples fonemas que tienen un significado y cuyo sonido se pierde en el vacío al expandirse en forma de ondas. Y el viento se las lleva. A veces las hace desaparecer, otras las transmite a algún lugar donde no podrían ser escuchadas sin su ayuda. Pero la permanencia de las palabras depende de la memoria y de nuestros hechos, y cuando el viento del tiempo las arrastra, se pierden en el pasado.
Pero el otro componente de esas palabras es algo maravilloso que, como dijo un joven filósofo, ni siquiera el tiempo es capaz de destruir. Y eso es aquello que cada una de esas palabras origina en nuestro corazón. Escuchamos una palabra y sentimos algo relacionado con ella. Una conversación es una explosión de emociones encontradas, ya sean dispares o semejantes. Y lo más especial de las palabras es que, para cada persona, pueden significar una cosa u otra: la palabra “amor” puede llenar de alegría el corazón de una joven enamorada, hacer llorar a un hombre que perdió a su amada o embargar a una pareja de ancianos de nostalgia al recordar aquellos tiempos en los que empezaban a descubrir lo que era el amor. La palabra “muerte” puede aterrar a los que temen su llegada o despertar las reflexiones de brillantes pensadores acerca de lo que hay más allá de ella. Hay palabras como “universo” capaces de hacernos sentir diminutos en un mundo de gigantes. Una palabra con un significado tan claro como “invierno” puede reconfortar a alguien que recuerda el fuego del hogar mientras la nieve cae fuera, mientras que otro puede emocionarse al evocar la adrenalina que produce esquiar desde lo alto de una montaña. Ni siquiera palabras como “odio” y “guerra” son negativas, porque nos hacen sentir: sentimos que rechazamos esos conceptos, sentimos que nos compadecemos de las personas que sufren, sentimos que queremos ayudarles; en resumen, sentimos que estamos vivos. “Ocaso” remite a “belleza” para unos y a “muerte” para otros, mientras que para los menos profundos quizá signifique “cena”, y por tanto disfrutarán como los primeros imaginando el delicioso sabor de un filete o amargándose como los segundos ante la perspectiva de un plato lleno de col mustia. Quizá no recuerdes las palabras exactas que un amigo te dijo cuando te hizo un gran regalo sin motivo o te ayudó con algún problema sin pedir nada a cambio, pero siempre quedará en ti la sensación de agradecimiento y amistad que dejaron en tu corazón. El tiempo puede llevarse consigo los sonidos, incluso el significado (¿acaso significan hoy día “izquierdo” y “siniestro” lo mismo?), pero no el sentimiento que crean en nosotros. Tal y como decía Platón, el concepto, la Idea, es eterna. Aunque, en este caso, no sea inmutable, sobre lo cual lamento contradecir al sabio griego.
A las palabras no se las suele respetar mucho. Sufren cambios de significado por mal uso, faltas de ortografía y menosprecio por parte de aquellos que las usan a su antojo para manipularnos mediante sus múltiples acepciones. También las acusan de ser frívolas. Craso error: incluso la palabra “frivolidad” nos remueve algo en el corazón cuando la escuchamos. Quizá a la persona a la que acusan de frívola en un entierro por hacer un comentario cómico sólo estaba intentando usar el poder de las palabras para reconfortarnos y atisbar un ápice de la hermosa palabra “esperanza” en la emocionante a la vez que inquietante palabra “futuro”. En el fondo, la única palabra frívola es “palabra”. Cuán peyorativo significado para algo tan poderoso que puede cambiar nuestra forma de ver el mundo, de ser mejores personas, y, ante todo, de hacernos sentir vivos. ¿Qué sentido tendría, pues, la palabra “humanidad”?

Claudia Sanchís